Me encuentro en el llamado “salón verde” detrás del escenario en Fordehuset, junto a 13 mujeres artistas de Deba. Vienen de la isla Maoytte que se encuentra cerca de Madagascar. Son las 8pm y el concierto comienza a las 10pm.
El Festival de Forde acaba de comenzar. Trabajo de guía y contacto para este grupo de mujeres artistas que añoran salir a escena.
La sala Sunnfjord albergará muy pronto ciento de personas de aquí y allá que viene a escuchar la fantástica música folklórica. Las voces son encantadoras. Ellas llevan consigo collares y flores de jazmín. Y yo me pregunto - ¿estarán nerviosas? Algo muy difícil de predecir, están muy concentradas. Llevan vestuario de color azul y blanco. Llevan las manos y los pies pintados, a lo que prestan gran importancia.
Los artistas participantes se ven muy relajados y conversan unos con otros, así lo hace “Mahotella Queens”, agrupación que tiene casi 100 años de fundada, por donde han pasado diversas generaciones. La agrupación de Susane Backa también muestra un aspecto tranquilo y relajado.
Las mujeres de Deba han viajado por 48 horas para realizar su actuación a las 10pm.
 |
| Deba. Foto: Førdefestivalen/Geir Birkeland. |
Deba es parte de la tradición Sufí, donde las mujeres adoran al profeta Mohammed a través de sus cantos y bailes. Las canciones que interpretan tienen su origen en los años 1500 y son cantadas en árabe. Las canciones y movimiento de sus cuerpos muy pronto alentarán al público con su increíble energía. El movimiento de sus cuerpos y el sonido de los tambores pronto transportarán al público a un estado hipnótico.
Entre tantas actuaciones, tenemos tiempo de escapar hacia la cascada de Huldre. Nos las arreglamos para caminar entre ovejas y vacas para llegar a nuestro objetivo. 87 metros de caída libre de agua dejan estupefactas a las damas. También hacemos una parada en Movika y un amable guía nos conduce a una pequeña granja donde se seca el pasto para hacer el heno posteriormente.
 |
| Foto: Førdefestivalen/Oddleiv Apneseth |
Después nos dirigimos al hotel donde vamos a almorzar y cenar. Mientras se bajaban del autobús comienzan a cantar y así continuaron mientras caminaban dentro del hotel camino al restaurante. Los huéspedes del hotel comenzaron a aplaudir a su paso, al igual que todo el personal del hotel, agradeciendo la actuación gratuita. Pero como si esto fuera poco, Omou, cantante de música pop africana, se unió a las mujeres con su canto. Así es la música y cultura que ellas representan, dinámica y espontánea.
He encontrado el sentido de la vida, a tal punto que ¡Pienso continuar trabajando para este festival también el próximo año!
Ingen kommentarer:
Legg inn en kommentar